viernes, 17 de julio de 2015

Blockbusters veraniegos (III)














El miércoles de la semana pasada me acerqué, por fin, a ver Jurassic World (2015) en pantalla grande, y redondeé la experiencia acudiendo a los entrañables Cines Terraza de Aguadulce, de los que hablé en esta misma columna hace unas semanas; poco había cambiado: colas infinitas, bolsas con cojines, butacas a rebosar, la ‘posibilidad’ de  escuchar el sonido del film que se proyecta en la sala de al lado… Antes –creo– no le daba demasiada importancia a este último aspecto, pero lo cierto es que en esta ocasión me sacó varias veces de la película –la ‘intrusa’ en cuestión era Espías (2015)–, ya que, entre otras cosas, casi ni se escuchaba la banda sonora del lostiano Michael Giacchino.
¿Y la película? Personalmente, y siempre desde mi más humilde opinión, no me pareció ni una obra maestra del blockbuster ni tampoco un despojo cinematográfico: los dos extremos en los que se han movido buena parte de las opiniones del público, el cual ha acudido en masa a los cines y la ha encumbrado al quinto puesto de los producciones más taquilleros de la historia –y sigue subiendo–. En cuanto a la crítica especializada, tampoco es que haya caído absolutamente rendida a sus pies, pero la mayoría del sector le ha otorgado el aprobado: no hay más que ver su puntuación en la web Rottentomatoes –a día de hoy cuenta con un meritorio 71% de críticas positivas– para comprobarlo. 

Jurassic World (2015)

Las comparaciones son odiosas, pero en este caso son casi inevitables. Trevorrow no es Spielberg; ni Irrfan Khan es Richard Attenborough; ni Chris Pratt –que me ha caído siempre muy simpático, sobre todo en la serie Parks and Recreation– es Sam Neill, Jeff Goldbum o Bob Peck –el mítico cazador de la primera entrega de la saga–; ni Vincent D’Onofrio es Wayne Knight –el ‘Newman’ de Seinfeld–; etc. Jurassic World (2015) resulta entretenida –faltaría más–, pero me resulta complicado pensar que las niñas y niños de hoy vayan a guardar tan buen recuerdo de ella como muchos de nuestra generación lo guardamos de Jurassic Park (1993); y no hablo desde la ‘nostalgia’… 

Claro que Jurassic World (2015) es sin duda una auténtica maravilla del séptimo arte en comparación con la película que pude ver en segunda sesión –una de las mayores ventajas de ‘Las Terrazas’–: Poltergeist (2015). Era consciente de las malas críticas que ha recibido, pero el terror es mi género cinematográfico favorito y, además, no hubo tiempo para ver Tomorrowland (2015), de modo que no parecía tan mala opción: craso error. El remake dirigido por Gil Kenan es un chapucero sacacuartos que me hizo echar mucho de menos la trilogía original. PD.: feliz verano de cine y nos vemos a la vuelta…

Poltergeist (2015)

Publicado en La Voz de Almería (16-7-2015) 

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