Vuelve, a casa vuelve... Estas últimas semanas han vuelto a casa dos
de nuestras series más queridas: Supernatural
y Terrace House -que no es una
serie, pero casi como si lo fuera-. En su día seguíamos las aventuras de los
hermanos Winchester mediante internet -como con casi todas las series- y, más
recientemente, acudiendo a las ediciones en Blu-Ray de importación, pero ahora
hemos empezado a ver la treceava temporada -jamás había escrito esta palabra-
en Movistar, a dos capítulos por semana. Ojalá nos queden muchos años de Sam y
Dean. Por su parte, el programa japonés estrenó hace mucho nuevos episodios,
pero las circunstancias no nos habían permitido ponernos al día; y como siempre
que nombro Terrace House, no puedo
dejar de recomendarlo a cualquier persona que disfrute con los 'buenos' realities.
De poliamor y avatares. Desde que me 'obligué' a ver al menos dos
capítulos al día, de dos series distintas -uno mientras desayuno y otro de
camino al trabajo-, cada pocas semanas toca tomar una decisión delicada para
cualquier seriéfilo: 'cuál será mi siguiente serie'. En este caso, además,
necesito que sean siempre de poco más de veinte minutos. Ahora mismo estoy con
dos producciones de lo más diferentes, pero ambas muy disfrutables. Por un
lado, Avatar. La leyenda de Aang:
había leído muchas cosas sobre esta producción animada de Nickelodeon y la
verdad es que, con solo dos episodios vistos, entiendo la buena prensa que
siempre la acompaña. ¿Lo mejor? Que aún me quedan casi 60 capítulos. Por otro
lado, Tú, yo y ella, o la historia de
amor entre un matrimonio y una chica de compañía: un tema que en otras series
sería tratado de forma espinosa y que aquí se presenta de forma ligera, cómica
y cariñosa.
Y la Doctora volvió a Andalucía. Para terminar la columna de hoy, toca hablar
sobre la que se ha terminado convirtiendo -creo- en la única serie que en casa
todavía no seguimos mediante ninguna plataforma VOD o recurriendo al formato
físico: Doctor Who. La producción
británica visitó hace años el Fort Bravo de Almería o, más recientemente, la
Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, pero esta vez le ha tocado a
una localidad granadina: Guadix. Lo que me recuerda que hace unas semanas soñé
que llegaba el día del estreno de la nueva temporada de la serie, nos poníamos
a verlo y debíamos parar el capítulo a medias por un asunto de lo más
peregrino. Desde aquí hago un llamamiento a la BBC para que Doctor Who llegue cuanto antes, aunque
solo sea por mi salud mental. PD. Algún día habrá que dedicar algún párrafo a
los sueños relacionados con el cine o la TV -que en mi caso no han sido
precisamente pocos.
Publicado en La Voz de Almería (29-6-18)