sábado, 16 de junio de 2018

¿Equipo Hillary o Equipo David?



Hace siete días dejábamos en el aire un cliffhanger: hablar por fin de los programas 'de casas' que inundan la parrilla de Divinity. Y no utilizo la palabra 'inundar' a la ligera: hay programas sobre gente que renueva y vende su casa para poder permitirse otra mejor; sobre gente que decide fabricarse una mini-casa; sobre gente que decide no fabricársela sino contratar a un equipo especializado; sobre gente que va a comprar su primera vivienda; sobre gente que va a comprar su primera vivienda pero cuenta con la ayuda de una persona experta; sobre gente que quiere convertirse en arrendador y transformar la parte inferior de su casa en un piso de alquiler para sacarse un dinero extra; sobre gente que busca la casa de sus sueños eligiendo una vivienda poco apetecible que luego habrá que reformar; o sobre gente que reforma su casa pero al mismo tiempo va buscando otra para luego decidir entre una de las dos opciones. 

Este último tipo de programas -y que conste que me he dejado muchos más en el tintero- son los de una franquicia titulada en España como Tu casa a juicio, aunque yo prefiero el nombre original, Love It or List It -'amarla o venderla'-; y a día de hoy existen hasta ¡cinco! spin-offs ambientados en Vancouver, Inglaterra o Australia. La dinámica es sencilla y repetida hasta la saciedad, pero tremendamente efectiva: una familia -es lo más habitual- no sabe si quedarse en su casa haciendo unas pequeñas reformas o mudarse a otra, y el programa acude en su ayuda: una persona se encargará de renovar su vivienda y otra de buscarles otra mejor, y ambas contarán con un presupuesto determinado. ¿El gran secreto del programa y lo que de verdad lo diferencia de miles de formatos similares? La personalidad, dinámica, química y competitividad entre ambos 'presentadores': Hillary y David pusieron el listón muy alto en la serie 'madre' -una pena que dejaran de tomarse una copa al final de cada programa-, pero Jillian y Todd no les andan a la zaga -lo suyo se acerca más a la screwball comedy-; e incluso los australianos Andrew y Neale -primer dúo masculino de la franquicia- hacen una buena pareja. 

Ronda de preguntas. ¿Por qué no me atrae nada lo visto en el primer avance de la nueva versión de Ha nacido una estrella, con Bradley Cooper y Lady Gaga? ¿Por qué tengo la sensación de que todo el entusiasmo con la nueva secuela de Halloween -espero de corazón equivocarme- acabará en desengaño? ¿Y por qué tras ver el tráiler de First Man -lo nuevo del director de La La Land junto a Ryan Gosling- lo primero que he pensado ha sido 'otra película que no tengo ganas de ver'? Prometo volver en siete días con pensamientos más positivos. 

Publicado en La Voz de Almería (15-6-18)

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