La población cinéfila y/o seriéfila
tiene cada día más posibilidades a la hora de visionar las producciones
audiovisuales que sean de su agrado: las salas de cine, los videoclubs –aunque
a ciertas personas pueda parecerles ciencia-ficción, yo sigo frecuentando el
mismo al que iba cuando era pequeño–, las televisiones privadas y públicas, los
canales de pago, las plataformas digitales, las redes P2P, los enlaces de streaming y descarga directa que pueblan
la web, o los servicios de ‘video bajo demanda’. Este último sector lleva ya años
implementándose en España –Wuaki, Filmin, Yomvi, etc.–, pero la llegada del
gigante Netflix ha vuelto a poner de actualidad esta modalidad tecnológica.
La empresa estadounidense, que llevaba años anunciando su desembarco en nuestro país –finalmente el día elegido fue el pasado 20 de octubre–, ha decidido iniciar su andadura española ofreciendo un mes de prueba gratis a todo aquel que lo desee: aprovechando esta posibilidad –y sin experiencia previa en canales de pago o servicios de ‘video bajo demanda’–, me puse manos a la obra… El proceso de inscripción fue increíblemente rápido y pocos minutos después ya estaba navegando por el catálogo de la plataforma, apuntando títulos a mi lista de reproducción y, sobre todo, analizando los pros y contras de un servicio que cuenta con casi setenta millones de suscriptores en todo el mundo.
La empresa estadounidense, que llevaba años anunciando su desembarco en nuestro país –finalmente el día elegido fue el pasado 20 de octubre–, ha decidido iniciar su andadura española ofreciendo un mes de prueba gratis a todo aquel que lo desee: aprovechando esta posibilidad –y sin experiencia previa en canales de pago o servicios de ‘video bajo demanda’–, me puse manos a la obra… El proceso de inscripción fue increíblemente rápido y pocos minutos después ya estaba navegando por el catálogo de la plataforma, apuntando títulos a mi lista de reproducción y, sobre todo, analizando los pros y contras de un servicio que cuenta con casi setenta millones de suscriptores en todo el mundo.
John Wick (2014)
Aunque sus responsables ya han
anunciado que pretenden doblar su tamaño de aquí a un año, el catálogo
‘español’ de Netflix es por ahora bastante más limitado –ronda los mil títulos–
que el de otras de sus filiales internacionales. Del mismo modo, no parece ser
el producto ideal para aquellas personas cuyo principal objetivo sea estar al
día de los principales estrenos de cine o televisión: en lo que se refiere a
las series, la compañía no tiene los derechos de casi ninguna de las ‘gigantes’
del medio y se caracteriza por ofrecer temporadas completas –no episodios
sueltos–; en cuanto a las películas, casi todas las de su catálogo tienen al
menos uno o dos años de antigüedad.
No obstante, debo reconocer que a mí la plataforma me tiene enamorado: su atractivo y adictivo diseño; los ya famosos ‘20 segundos’ de espera antes de que se reproduzca automáticamente el siguiente episodio de la serie que estás viendo; agradables sorpresas cinematográficas como John Wick (2014) o Creep (2014) –hasta ahora inéditas en el mercado español–; la incuestionable calidad de la gran mayoría de sus series y películas exclusivas; el interesante catálogo de documentales y especiales humorísticos; etc. El tiempo dirá si esto es solo un amor de otoño o una relación para toda la vida…
No obstante, debo reconocer que a mí la plataforma me tiene enamorado: su atractivo y adictivo diseño; los ya famosos ‘20 segundos’ de espera antes de que se reproduzca automáticamente el siguiente episodio de la serie que estás viendo; agradables sorpresas cinematográficas como John Wick (2014) o Creep (2014) –hasta ahora inéditas en el mercado español–; la incuestionable calidad de la gran mayoría de sus series y películas exclusivas; el interesante catálogo de documentales y especiales humorísticos; etc. El tiempo dirá si esto es solo un amor de otoño o una relación para toda la vida…
Creep (2014)
Publicado en La Voz de Almería (30-10-2015)
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