El
asesinato a pantalla partida de Hermanas,
los números musicales de El fantasma del
paraíso, el encuentro final a cámara lenta de Fascinación, el periplo de la protagonista hasta el escenario en Carrie -de nuevo la pantalla partida-, Michael
Douglas corriendo también a cámara lenta en La
furia, la secuencia del museo de Vestida
para matar, el abrazo y el grito que cierran Impacto, el taladro fuera de plano de El precio del poder, el juego del gato y el ratón en el centro
comercial de Doble cuerpo, la
escalera de Los intocables de Elliot Ness,
Michael J. Fox esquivando una granada en Corazones
de hierro, el susto final de En el
nombre de Caín -rememorado hace poco en Passion-…
Los
últimos diez minutos de Atrapado por su
pasado -siempre que el personaje de Al Pacino entra en el metro me olvido
inconscientemente del desenlace-, Ethan Hunt/Tom Cruise explicando a sus
compañeros el enrevesado plan para robar el disquete en Mission: Impossible -dichoso verano de 1996, lo repetiré una y mil
veces-, los planos aéreos sobre las habitaciones de hotel en Ojos de serpiente, la recopilación de
imágenes que despide a Gary Sinise en Misión
a Marte -acompañado por uno de mis pasajes favoritos compuestos por Ennio
Morricone-, el robo en pleno Festival de Cannes con que se abre Femme Fatale, la prolongada secuencia de
pantalla partida en Passion…
Podría
dar decenas más de ejemplos, pero estos son solo algunos de los momentos
-seguro que han reconocido algunos, muchos o todos ellos, dependiendo de su
grado de afición al séptimo arte- por los que disfruto tanto con el cine de
Brian de Palma, quien finalmente llegará a Almería en los próximos meses para rodar
Domino. Tras descartarse la provincia
de Málaga por -según hemos podido leer en prensa- la no disponibilidad de su
plaza de toros, escenario en el que parece ser que tendrá lugar uno de los
momentos cumbre del futuro largometraje, los paisajes almerienses acogerán a De
Palma, Christina Hendricks, Nikolaj Coster-Waldau -ya familiarizado con esta
tierra- y Kevin Bacon.
PD.
Llegan las temidas olas de calor -Almería se ha librado de la primera del
verano-, las altas temperaturas, los temidos aires acondicionados -mucho
cuidado en los cines-, la dificultad para dormir por las noches y, por
supuesto, las maratonianas sesiones nocturnas de cine o series para sobrellevar
lo mejor posible estos meses de verano. En casa ya tenemos preparada la décima
temporada de Supernatural, con la
esperanza de ponernos un poco más al día, cosa bastante complicada teniendo en
cuenta la velocidad con la que la cadena CW renueva temporada tras otra a los
hermanos Winchester.
Publicado en La Voz de Almería (16-6-2017)
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