Después de una semana cuyos
tiempos libres han estado dedicados casi por completo a terminar The Big C -la tercera temporada y, sobre
todo, la cuarta me parecieron muy inferiores a las magníficas dos primeras,
pero solo por el cariño que se le coge a casi todos los personajes bien merecía
la pena acompañar a Cathy a lo largo de todo su camino- o a devorar las dos
temporadas de Noragami -un anime la mar de disfrutable, pese a la
forzada introducción de algunas subtramas-, toca volver la mirada al séptimo
arte: ayer empezó el Festival de Sitges de 2017 y quien esto escribe estará
recorriendo las calles, restaurantes y -sobre todo- cines de la ‘ciudad del
cine fantástico’ desde hoy viernes hasta el próximo lunes.
Una sesión doble formada por Suspiria y La Cumbre Escarlata -con la presencia de Dario Argento y Guillermo
del Toro, el padrino de esta edición-, el musical zombi/navideño Anna and the Apocalypse -¿futura cinta
de culto?-, Mom and Dad -con Nicolas
Cage en modo ‘locura total’, aunque la expresión resulte algo redundante
teniendo en cuenta la reciente filmografía del actor-, la secuela de ‘metraje
encontrado’ Creep 2 -ya comenté hace
algún tiempo lo simpática que me pareció la película original-, La villana -ojalá sea la película de
acción del año, tal y como se nos está vendiendo-, así como The Ritual, Anabelle: Creation y The
Mission -un Johnnie To noventero- han sido las nueve películas que cabían
en el planning de este año; en el
cual está incluida la acostumbrada visita a los apetecibles puestos de
películas, libros, etc.
De todo ello hablaremos en la ya
clásica crónica post-Sitges en la columna de la semana que viene; y lo cierto
es que ‘La última escena’ de dentro de dos semanas tiene también tema asignado
-a no ser que aparezca una noticia de fuerza mayor en los próximos días-: me
refiero a Blade Runner 2049, la
esperada secuela del clásico de ciencia-ficción dirigido por Ridley Scott a
principios de los ochenta, que seguramente nos acercaremos a ver el próximo
martes, y etiquetada ya de obra maestra
por buena parte de la crítica especializada -aunque, como siempre sucede,
comienzan ya a aflorar las opiniones que rebajan el entusiasmo inicial-.
¡Veremos! Yo con tal de volver a ver a Harrison Ford en un proyecto de calidad
ya me conformo.
PD. Siete semanas después del tan
cacareado accidente y la lesión de tobillo, Tom Cruise -que la semana pasada también
ocupaba este último párrafo- ha vuelto ha vuelto a ponerse delante de las
cámaras para finalizar el rodaje de su sexta ‘Misión Imposible’; cada vez soy
más enemigo de los avances promocionales, pero reconozco que estoy deseando ver
ya el primer tráiler…
Publicado en La Voz de Almería (6-10-2017)
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