Trekkies, zombis, grandes figuras del séptimo
arte y la pequeña pantalla como Christopher Walken, Max Von Sydow, Paul
Schrader o Bruce Campbell, y -sobre todo- cientos de miles de espectadores, se
han dado cita este año en el Festival de Sitges, el cual termina pasado mañana con
las acostumbradas maratones -en las que se rescatan los títulos más destacados
de cada edición-, y durante el que se ha rendido homenaje a los 50 años del
universo ‘Star Trek’ -curiosamente, el año que viene se cumplen también cinco
décadas desde la primera edición del festival-. Quien esto escribe tuvo la
oportunidad de ver siete películas a lo largo de tres días y he aquí una breve
crónica.
The Girl with All the Gifts continúa el romance del cine británico reciente con el ‘cine zombi’ de calidad y ofrece un relato que, si bien puede recordar en muchos aspectos a esa obra maestra del videojuego llamada The Las of Us, es también un soplo de aire fresco en muchos sentidos. En cuanto a Shin Gojira, supone el regreso de Godzilla a la cinematografía japonesa y sus responsables ofrecen una clase magistral de cómo hacer atractivas y entretenidas la interminable sucesión de reuniones políticas y burocráticas que recorre el metraje, amén de ofrecer un enfoque bastante curioso de la mítica criatura -utilizando técnicas de última generación para ofrecer un look de la vieja escuela.
The Girl with All the Gifts continúa el romance del cine británico reciente con el ‘cine zombi’ de calidad y ofrece un relato que, si bien puede recordar en muchos aspectos a esa obra maestra del videojuego llamada The Las of Us, es también un soplo de aire fresco en muchos sentidos. En cuanto a Shin Gojira, supone el regreso de Godzilla a la cinematografía japonesa y sus responsables ofrecen una clase magistral de cómo hacer atractivas y entretenidas la interminable sucesión de reuniones políticas y burocráticas que recorre el metraje, amén de ofrecer un enfoque bastante curioso de la mítica criatura -utilizando técnicas de última generación para ofrecer un look de la vieja escuela.
Imagen promocional de Aliens (El regreso) (1986)
Promocionada como una mezcla entre ‘Solo en
casa’ y ‘Scream’, Safe Neighborhood reúne
de nuevo delante de las cámaras a los dos ‘hermanos’ de La visita (2015) -aunque aquí quien se lleva la palma es el
jovencísimo Levi Miller- y es una de esas películas entretenidísimas y llenas
de giros de guión -además de mucho humor negro- de las que es mejor no saber
casi anda antes de verlas. The Autopsy of
Jane Doe, por su parte, trajo de nuevo a Sitges al director de Trollhunter (2010) con una historia de
terror la mar de efectiva, en la que la ambientación, la trama y los personajes
-entrañables Brian Cox y Emile Hirsch como padre e hijo- ganan por goleada a
unos ‘sustos’ algo más genéricos.
Una nostálgica proyección de la magistral Aliens (El regreso) (1986) -con la
presencia de Michael Biehn y un sistema de traducción simultánea algo criticado
y que recordaba la experiencia vivida en la misma sala treinta años atrás-, los
muy disfrutables tiroteos y persecuciones de la china Operation Mekong -otro vehículo de acción/apisonadora a los que nos
tiene acostumbrados Dante Lam- o la posibilidad de conocer en persona a Don
Coscarelli -que presentaba Phantasm:
Ravager- fueron otros de los momentos vividos en un festival que es ya una
segunda casa y al que siempre es un placer volver.
Con el cineasta Don Coscarelli (Sitges, 2016)
Publicado en La Voz de Almería (14-10-16)
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