Dado que este era mi primer año firmando libros en
el Salón Internacional del Cómic de Barcelona -ya en su 34ª edición-, decidí
que sería buena idea pasar allí el día inaugural, con el fin de disfrutar al
máximo de un evento que va mucho más allá del mundo de los cómics: el manga, las
series anime, el séptimo arte -sobre
todo las adaptaciones cinematográficas-, el merchandising
de todo tipo o el anuncio de las próximas novedades dentro del sector también
cobran un papel muy importante a la hora de atraer a las más de 100.000
personas que, cada primavera, se acercan al Salón para hojear y comprar libros,
ver exposiciones o conocer a sus autores favoritos.
Después de hacer la correspondiente cola para
recoger la acreditación -algunas personas se quejaban de que en ediciones
anteriores se enviaba directamente por email-, pude ver la exposición de
‘Automóviles en el Cómic’, que monopolizaba el primer recinto y algo traída por
los pelos -en vez del famoso Batmóvil se exhibía el modelo de Jeep que utiliza
Bruce Wayne en la secuencia inicial de Batman
v Superman (2016), por ejemplo-. Mucho más interesantes resultaron las
dedicadas a las superheroínas en el noveno arte, al dibujante Luis Bermejo o a
Miguel Ibáñez, el mítico creador de ‘Mortadelo y Filemón’ -los personajes que
han protagonizado, de hecho, el cartel de esta edición.
Cartel del Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2016
Y luego, por supuesto, decenas y decenas de casetas
a cargo de editoriales, tiendas, revistas y librerías especializadas; es un
placer ir deteniéndose en cada una de ellas y comprobar la riqueza temática y
estilística que caracteriza el universo comiquero: Marvel y DC son los reyes de
la función, pero hay ofertas para todos los gustos; sin ir más lejos, quien
esto escribe anda enganchado últimamente a las aventuras de Dylan Dog, el
‘Detective de las Pesadillas’ creado por Tiziano Sclavi en la década de los
ochenta -hace unos años se estrenó una película estadounidense ‘basada’ en
dicho cómic pero, con solo ver su tráiler, creo que he hecho bien en evitarla…
¿Y sobre los polémicos ‘desnudos’? Reconozco que al
leer que la organización había retirado temporalmente unos dibujos de Miki
Montlló aduciendo que no eran apropiados para mostrarse a todos los públicos,
para luego asegurar que en realidad no habían querido decirle al autor que sus
obras tenían el marco dañado y debían cambiarlo, pensé que debían estar
diciendo la verdad, ya que en mi recorrido por el Salón había visto algunos
dibujos mucho más subidos de tono, en la exposición del Instituto Nacional de
la Juventud; horas después, me enteré que estos últimos sí que habían sido
definitivamente retirados por… contenido pornográfico.
Una imagen de la exposición 'Viñetas sobre ruedas'
Publicado en La Voz de Almería (13-5-2016)
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