lunes, 25 de enero de 2016

Adiós por triplicado



Hasta cierto punto, podría resultar algo injusto que muchas personas sientan –sintamos– como más cercanos y dramáticos los fallecimientos de ciertas personalidades –estrellas del séptimo arte, artistas musicales, etc.– que las del resto de las 150.000 personas que mueren a diario. Pero también tiene su lógica, ya que aunque a la inmensa mayoría no les conozcamos en persona, muchos de ellos y ellas nos han acompañado durante tanto tiempo –y nos han hecho tanta compañía– como algunos de nuestros mejores amigos o seres queridos: en la dulce oscuridad de la gran pantalla, en la intimidad del ‘cine en casa’ o a través de las letras de esos discos que volvemos a escuchar una y otra vez…
En las dos últimas semanas, han dejado este mundo tres personalidades del mundo del espectáculo, siendo quizás el de David Bowie el caso más sonado. Figura clave de la música pop desde la década de los sesenta, el ‘Duque Blanco’ acababa de lanzar su último disco al mercado –Blackstar, actualmente número 1 de ventas en EEUU y Reino Unido– y deja atrás un impresionante legado artístico; en mi caso, siempre le recordaré como el mítico ‘Rey Goblin’ de Dentro del laberinto (1986) y por la enigmática Life on Mars: una canción que –al margen de sus méritos propios– conseguía emocionarme cada vez que sonaba en la serie británica del mismo nombre. Adiós, Sr. Bowie.

Angus Scrimm (1926-2016)

También se despidió para siempre Alan Rickman: conocido por una buena parte de la juventud actual por dar vida al profesor Severus Snape en las adaptaciones cinematográficas de la saga literaria protagonizada por Harry Potter –de Harry Potter y la piedra filosofal (2001) a Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2 (2011)–, el actor deja para la posteridad una envidiable filmografía y un variado catálogo de interpretaciones –villanos, galanes, papeles cómicos…–. Yo volveré a verle, como mínimo, una vez al año y a finales del mes de diciembre, cada vez que vuelva a revisar uno de mis clásicos navideños: La jungla de cristal (1988). Adiós, Sr. Rickman.
Por último, también nos dejó Angus Scrimm, el menos ‘famoso’ de los tres, pero aquel cuyo fallecimiento me ha dejado más impactado. El casi nonagenario actor no será conocido por la mayoría del gran público, pero aquellas personas que han crecido con el cine de terror de los ochenta y noventa lo reconocerán casi de inmediato por haber interpretado al ‘Hombre Alto’ en la saga de culto iniciada por Phantasma (1979) –cuya quinta entrega está a punto de estrenarse–: el papel que, de hecho, le llevó a protagonizar la portada de mi segundo libro hasta la fecha… Adiós, Sr. Scrimm. 

Publicado en La Voz de Almería (21-1-2016)

viernes, 15 de enero de 2016

El despertar de la fuerza


En primer lugar: feliz año nuevo; espero que los doce meses que nos esperan sean estupendos en todos los sentidos y, por supuesto, también en lo que respecta a la afición favorita de muchos de nosotros: la ficción audiovisual, ya provenga esta última del cine o la televisión. Dicho lo cual… pasemos a hablar de El despertar de la fuerza: en la última columna de 2015 afirmé que la nueva entrega de la saga galáctica sería el primer tema a tratar a la vuelta de las Fiestas y lo prometido es deuda. No lo voy a negar: hacía tiempo que no disfrutaba tanto en el cine –pero volveremos sobre ello más tarde…

Aunque para muchos cinéfilos el aspecto económico sea a veces lo de menos, no está de más comentar los resultados del film en taquilla: a día de hoy, El despertar de la fuerza lleva acumulados más de 1700 millones de dólares, ha superado a Avatar y Titanic en el mercado USA y, por lo que respecta a la taquilla internacional, es la tercera película más exitosa de la historia y está a un paso de superar al film protagonizado por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio –lo de alcanzar a los Na’vis está algo más complicado–. En este sentido, puede decirse que las expectativas económicas de la nueva entrega de Star Wars se han cumplido incluso por encima de lo esperado.

Star Wars. El despertar de la fuerza (2015)

La crítica especializada también ha respondido muy bien en términos generales –algo que demuestra el rotundo 93% de reseñas positivas que la película acumula en la web Rotten Tomatoes–, pero ¿y los numerosos fans de la saga?, ¿cómo han recibido la primera entrega no dirigida ni supervisada por su creador original, George Lucas? Lo cierto es que hay opiniones para todos los gustos: desde los que la consideran entre las mejores películas de la saga hasta quienes ven en ella solo una operación comercial, pasando por los que admiten haberla disfrutado únicamente como espectáculo –que no es poco– o quienes encuentran demasiados puntos débiles en algunos de sus personajes o en su estructura argumental. 

Por lo que a mí respecta, debo reconocer que también encontré muchos inconvenientes en el desarrollo de la trama: los homenajes no me importaron, pero sí los continuos y anticlimáticos deus ex machina y la sensación de estar presenciando un guión a medio hacer. Pero como decía al principio de estas líneas, hacía tiempo que no disfrutaba tanto en el cine: la primera aparición del Halcón Milenario o la primera conversación entre Han Solo y Leia –por nombrar solo algunas escenas– aumentaron peligrosamente mi ritmo cardíaco y me hicieron derramar alguna que otra lágrima: algo que solo la monumental Mad Max: Furia en la carretera consiguió a lo largo de todo 2015. 

Star Wars. El despertar de la fuerza (2015)

Publicado en La Voz de Almería (15-1-2016)